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La búsqueda de la verdad - 4. La muerte cercana


    La búsqueda de la verdad 

    4. La muerte cercana

    

    Habitualmente no somos conscientes, del miedo visceral que tenemos en general, a la muerte. También lo digo por experiencia propia, todos, sin excepción conocemos de qué miedo se trata, porque todos lo hemos experimentado en alguna ocasión.

    Sin embargo, cuando se trata de la propia muerte, las cosas suelen complicarse bastante. En primer lugar porque, ese miedo visceral suele ocasionar, en el enfermo cierta sensación "onírica"; como si se tratara de un sueño, como si eso no pudiera estar pasando. En segundo lugar, porque la aceptación de esa realidad, y la actitud hacia ella, depende mucho, de cada persona. Y en tercer lugar, y es una opinión muy personal, porque estoy convencido que la muerte no es el final. Pero esta última razón, no viene a cuento ahora, y necesita un artículo como mínimo, para ella sola. Además hay suficiente información, al respecto, en internet, y la hay de bastante calidad. En fin, aunque es una de las razones quizá no sea la más importante. ¿ O sí ?

    Cuando te ves con "el agua al cuello" en la cama de un hospital, cuando las posibilidades son , siendo elegantes, muy bajas. Cuando has llegado allí vivo, contraviniendo todas las estadísticas, y a pesar de dos intervenciones, como mínimo, "a cara de perro" , en las que no hay nada garantizado; y vives, es entonces cuando quizá, te atrevas a pensar, sencillamente, que esa no era tu hora. Porque hora, la tenemos todos. La casualidad no existe.

    Coincido con esa frase atribuída a Einstein, que viene a decir que vivir la vida en este mundo es peligroso, pero no por las personas malvadas, sino por las personas que se sientan a observar lo que pasa en el mundo, con las personas malvadas.


    Tenemos mucho miedo a la muerte, y sin embargo no tenemos miedo a vivir la vida, tal y como la vive la humanidad. Es tal ese miedo, que hacemos encajes de bolillos para engañarnos a nosotros mismos. Con tal de parecer que no vamos a morir nunca, somos capaces de convencernos de cualquier cosa, que pudiera hacernos felices... Aunque no sea cierto. Coincido también con la frase atribuída a Julio César que reza; A las personas les gusta creer en todo aquello, que les gustaría que fuera cierto. Aunque no lo sea.

    Sólo en ese momento, cuando las personas creen que vas a morir, es cuando pueden perdonarte esos pecados ( los que creen que has cometido según sus creencias) y pueden apiadarse de tí. La cuestión cambia radicalmente, en cuánto te has recuperado. Tú ya no eres la misma persona, ni siquiera tiempo después de recibir el alta médica. Y sé que a la mayoría de personas, que sufren ( o disfrutan según se mire) de dicha experiencia suele ocurrirles lo mismo. Su punto de vista y su perspectiva sobre todo, nunca jamás volverá a ser la misma. Y sin embargo para el resto, todo sigue igual...


    
   

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